lunes, 23 de mayo de 2011

Futuros profesores de matemáticas: inseguros y desmotivados

http://diario.latercera.com/2011/05/15/01/contenido/pais/31-69133-9-futuros-profesores-de-matematicas-inseguros-y-desmotivados.shtml


Primero que nada, para todo el que quiera ir directamente a la noticia, encabezo esta reflexión con la dirección del diario La Tercera, donde aparece esta información tremendamente preocupante.

Pero más preocupante es la nula cantidad de comentarios que ha provocado esta noticia. Es impresionante que desde el 15 de mayo a la fecha NADIE, excepto yo, haya hecho algún posteo de esta información.

Lo primero que se desprende de ello es entonces ¿COMO UN ESTUDIANTE DE PEDAGOGÍA PRENTENDE ENSEÑAR MATEMÁTICA SI NO LES GUSTA LA MATERIA?

En el 2004, cuando inauguramos la oferta académica de la sede Iquique de la Universidad del Mar, ofrecimos varias pedagogías entre ellas la de MATEMATICA Y FÍSICA.

No hubo mucha convocatoria para esta carrera y solo ingresaron tres estudiantes que como tenían una malla común en formación pedagógica, pudieron incorporarse esperando que a la vuelta de un año la carrera pudiese mejorar su admisión.

En ese año, la gran novedad fue la incorporación de las Prácticas Tempranas que básicamente consistían en primer año en observar mediante una guía la estructura de una clase y el ambiente que se producía para provocar el aprendizaje de los escolares.

Con mucha ilusión se llevó a todos los estudiantes a diferentes establecimientos, entre ellos nuestros tres alumnos de Pedagogía en Matemática.

Elegí llevarlos a un establecimiento Municipalizado donde yo también servía unas horas de clases en el vespertino y me pareció interesante que estos chicos pudiesen observar un aula donde existía nula motivación para aprender matemática.

Recuerdo que no tuve mucha opción de escoger profesor guía para mis estudiantes y la Dirección de UTP de ese establecimiento asignó dos profesores de matemática que según la evaluación interna tenían la mejor disposición para recibir estudiantes en práctica y permitir que les observaran una clase.

Mauricio, uno de los más inquietos y entusiastas llegó con más de media hora de anticipación al Liceo porque no quería perderse detalle y sobre todo porque tenía un verdadero interés por ser un buen profesor de matemática. Hechas las presentaciones con su nuevo profesor guía, este al salir de la oficina de UTP, lo increpó fuertemente por el hecho que consideraba una real estupidez querer ser profesor de matemática pudiendo estudiar otra cosa.

Mauricio llegó realmente desolado y muy desmotivado, incapaz de comprender lo que le había sucedido ni menos aceptar cómo una persona que está actualmente ejerciendo, lo haga sin ninguna motivación por provocar el aprendizaje de sus estudiantes.

Ese profesor hoy día sigue ejerciendo, incluso viajó a España por una pasantía FINANCIADA POR EL MINISTERIO DE EDUCACION y que naturalmente nunca nadie pudo aprovechar con las supuestas réplicas que se debían realizar.

Mauricio finalmente no terminó la Pedagogía, debió cambiarse a Ingeniería Comercial y hoy supongo será un profesional que a lo mejor "PUDO" haber sido un muy buen profesor de matemática.

Lo complejo y terrible de esto es que yo mismo he sido testigo de lo que se informa en esta noticia. LOS LICEOS Y ESCUELAS BÁSICAS SE ENCUENTRAN PLAGADOS DE DOCENTES QUE NO ESTÁN CONTENTOS CON SU TRABAJO NI LE VEN FUTURO A LO QUE ESTÁN HACIENDO. En ese contexto, todos aquellos que sí honestamente ejercen su profesión, se ven constantemente presionados por un medio que no está precisamente premiando los esfuerzos ni los entusiasmos personales.

El que hace bien su trabajo gana igual o casi igual que otro que no lo está haciendo. ¿Qué incentivo se tiene entonces para hacer bien nuestro trabajo? El Colegio de Profesores se encuentra perdido en reivindicaciones salariales históricas, pero nada dicen respecto de iniciativas para mejorar la profesionalización del trabajo docente. Que yo sepa, nunca han hecho un paro por pedir actualización pedagógica para sus colegiados. La capacitación y actualización profesional no es bien recibida por el magisterio. Si esta no es obligatoria, no hay motivación personal para mejorar.

Es un panorama tremendamente complejo esto de la formación profesional de los profesores. Quizás ya sería bueno ir proponiendo una medición de POTENCIALIDAD PEDAGÓGICA en todos aquellos que se muestren interesados en estudiar Pedagogía. No comparto el criterio que para ser buen profesor hay que sacar más de 600 ptos. en la PSU.

Una medición obligatoria que evidencie las POTENCIALIDADES PEDAGÓGICAS de los postulantes para mí sería mucho más valioso que los puntajes de la PSU que no pueden predecir si será o no un buen docente.

Carta enviada a Mario Waissbluth con motivo de los problemas de financiamiento en la Educación Superior

Estimado Don Mario:

Junto con saludarlo y esperando poder distraer su atención, me dirijo a Ud. con el fin de exponerle algunas ideas referidas al mejoramiento de la Calidad de la Educación en Chile y que pienso pueden ser útiles para probables iniciativas que se desarrollen en el futuro próximo.

Antes de empezar a exponer lo que pienso, creo que es necesario presentarme. Mi nombre es Héctor Olivares Diaz, Profesor de Historia y titulado en la Universidad de Chile en 1981. Mis estudios los realicé en la Facultad de Educación y Letras de la Universidad de Chile de Valparaíso en lo que hoy es la Universidad de Playa Ancha de Cs. de la Educación.

Tempranamente me inicié en la educación superior en 1982. Por una casualidad me encontré con mi antiguo profesor de Práctica Profesional, lo que coincidió con la búsqueda que se estaba haciendo de ayudante para esta actividad. Dado que mi desempeño siempre fue muy bueno, no hubo problema en quedar contratado, lo que hice hasta el año 1987.

Circunstancias personales adicionadas por la escasa remuneración que recibíamos los profesores de esos tiempos tuve que retirarme de la docencia por alrededor de 10 años en 1989. Retomé mi carrera en 1999 en Iquique y hasta la fecha no he dejado de trabajar como profesor.
En el 2003 ingresé a la Universidad del Mar y me tocó liderar el equipo de docentes que fundaron la Escuela de Educación de esta sede. Fui Director de la Escuela de Educación hasta el 2007. Desde el 2008 fui trasladado a Calama donde me desempeñe como Director Académico y Vicerrector de esa sede.

Desde enero de este año fui trasladado nuevamente a Iquique y actualmente estoy ocupando el cargo de Director de Docencia en la Jornada Vespertina de la Universidad del Mar.

El hecho de ser profesor y además vinculado prácticamente desde mis inicios a la formación profesional de futuros profesores me ha permitido estar permanentemente preocupado e informado de todo lo que se ha ido gestando desde que se empezó a hablar de la mejoría en la calidad de la educación en Chile.

No obstante creo sentir la necesidad de dejar de ser un mero espectador o actor al margen pues tengo el profundo convencimiento que en algunos temas existe quizás una falta importante de creatividad para poder debatir lo que realmente queremos para alcanzar este objetivo que todos compartimos.

No deja de incomodarme también el hecho que observo muchas opiniones que dejan en evidencia falta de conocimiento de lo que sucede en el aula, pero si influencia en la opinión pública. En muchas ocasiones me lamenté ante mis colegas de no tener los apropiados líderes en nuestra profesión que encabezaran las reformas tan necesarias y evidentes desde hace muchos años. Hoy día ese Liderazgo no lo tiene el Colegio de Profesores pues se encuentra perdido en reivindicaciones gremiales que si bien pueden ser políticamente justas, no aportan a lo que el país realmente quiere. Es decir, profesores genuinamente comprometidos con los buenos resultados y los aprendizajes de los estudiantes.

Por eso me he decidido a escribirle y esperando que tenga la paciencia de poder escucharme junto con las fundamentaciones que pretendo mostrarle aunque estas a veces puedan parecer obvias, pero considero que son importantes para las conclusiones a las que he llegado.

En las conversaciones que he sostenido permanentemente con otros colegas he logrado dimensionar dos grandes temas en los cuales creo poder hacer algún aporte y por lo mismo los he querido someter a su consideración. Estos son:

• FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACION SUPERIOR EN CHILE
• POTENCIALIDAD PEDAGÓGICA EN LA FORMACIÓN INICIAL DE DOCENTES.

FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACION SUPERIOR EN CHILE

No creo necesario realizar una especie de síntesis de todo lo que ha ocurrido hasta nuestros días y que nos ha llevado a una situación en nuestra Educación Superior a un verdadero callejón sin salida que se puede sintetizar en dos ideas centrales:

1. El actual sistema de financiamiento de la Educación Superior en Chile se inspira en los conceptos de Subsidiariedad, Equidad, Justicia Social e Igualdad de Oportunidades. No obstante, el actual sistema de Créditos Solidarios, Créditos con Aval de Estado, Créditos Corfo y todo el sistema de Becas que se ha ido paulatinamente incorporando, realmente no llega a solucionar del todo el problema. Y para colmo de males, también hoy se alcanza a vislumbrar que aquellos futuros profesionales cuando egresen lo harán ya muy endeudados. En la práctica, las generaciones actuales de estudiantes universitarios están HIPOTECANDO fuertemente sus ingresos futuros, pero nadie está en condiciones de asegurar que podrá pagar estos créditos sin problemas.
2. En nuestro sistema de Educación Superior que está anclado en una mirada fuertemente tradicional, no todos los que ingresan finalmente se titulan. En este esquema piramidal, los estudiantes que desertan de la Educación Superior, además de no haber logrado sus sueños terminan siendo más pobres pues ahora deberán trabajar para pagar las deudas que contrajeron.

Pero hasta ahora, no creo haber hecho demasiados aportes a lo que ya Ud. probablemente sabe de sobra y mejor que yo.

La diferencia que aún no escucho ni leo en las informaciones que son publicadas, es que hasta ahora nadie se ha atrevido a ser realmente creativo en la búsqueda de solución de este problema.

Aquí realmente hay que atreverse a proponer un cambio paradigmático en todo lo que se refiere al financiamiento de la Educación Superior. Y este cambio paradigmático se sustenta en algunas ideas base que espero Ud. comparta conmigo. A saber:

• El viejo slogan de “EDUCACION GRATUITA PARA TODOS” es una gran falacia. Políticamente correcto y muy popular, pero falacia que es necesario cambiar desde el origen. Nada es gratis en esta vida, ni la educación tampoco. Si el Estado debiese asumir la educación de toda la población, de seguro terminaríamos todos pagándola a través de más impuestos y probablemente mayor ineficiencia en la administración de estos recursos públicos.
• “LA EDUCACION NO ES UN NEGOCIO” y “EL LUCRO DE LA EDUCACIÓN ES UN MAL QUE HAY QUE ERRADICAR” Dos frases que son recurrentes y permanentemente pronunciadas por personajes que suelen tener gran exposición mediática. Pero es una segunda falacia que también habría que erradicar y educar a la opinión pública que todos lucramos para poder vivir. Nadie trabaja por bolitas de dulce y si el trabajo que hacemos es honesto y beneficioso, entonces es justo que obtengamos mayores beneficios de ello. Cuando uno obtiene beneficios a costa de perjudicar a otros no es un lucro, sino una USURA o derechamente una ESTAFA.

Hechas estas descripciones, creo que ahora estoy en condiciones de poder exponer las innovaciones que espero Ud. comparta conmigo.

El financiamiento de la Educación Superior en Chile, debiera centrarse principalmente en dos conceptos que una vez consensuados, nos permitirían avanzar a un esquema de solución creativo y más de acuerdo con los tiempos que estamos viviendo y los que vendrán que son totalmente diferentes a todo lo que hemos conocido.

Estos son:

• El ahorro previsional sistemático y voluntario en Educación Superior
1. Es quizás la forma más simple y obvia de financiar la Educación Superior de los jóvenes.
2. Los padres podrían optar libremente por ahorrar previsionalmente en las AFP una suma voluntaria que se descontaría por planilla desde el momento que nace un hijo y que conformaría una especie de Fondo Fiduciario exclusivamente para estos fines.
3. El ahorro por este concepto podría perfectamente ser administrado por las AFP que hasta el momento han sido a mi juicio muy eficientes en sus inversiones, y además tienen la experiencia para ello.
4. Si la familia pone este ahorro voluntario en el Fondo A, de seguro los jóvenes tendrán un gran capital después de 18 o 19 años.
5. La gran ventaja de este sistema es que las familias a pesar de los vaivenes económicos podrán estar seguros que sus hijos sí tendrán un futuro prácticamente asegurado en lo que se refiere a educación.
6. Si este fondo finalmente no se ocupase, podría pasar a ser sumado en el fondo de pensiones de los padres como APV.
• Inversión en Capital Humano con fondos previsionales
1. Las AFP tienen un mandato explícito para invertir los fondos previsionales de todos los chilenos con el fin de incrementar sus ahorros al máximo posible y asegurar así las mejores pensiones para sus afiliados.
2. Habitualmente las AFP tiene serios problemas para distribuir sus carteras de inversiones por las restricciones legales que existen, llevándolas incluso a tener que enviar estos cuantiosos recursos a mercados emergentes de alto riesgo aunque muy rentables.
3. Así, hoy día los fondos previsionales de todos los chilenos probablemente se encuentren financiando empresas extranjeras que ninguno de nosotros conoce. ¿Por qué no dedicar una parte de estos fondos entonces a financiar e invertir en nuestra propia juventud?
4. Estas instituciones son de las pocas que manejan sus inversiones realmente a largo plazo, léase 20, 30 o 40 años. Y por lo tanto pueden aceptar y sortear los vaivenes de mercado que en otras son imposibles de manejar o sortear como los bancos.
5. Existe un consenso que la inversión en Capital Humano es una de las inversiones más rentable y segura que existe y me atrevería a decir que por sobre las rentabilidades del fondo A.
6. Cualquier estudiante egresado de cuarto medio podría pactar con el sistema de AFP para que financie sus estudios superiores, comprometiendo un porcentaje de sus ingresos (¿1%?) que irían a un fondo A de alta rentabilidad a 20 o 25 años plazo.
7. Creo que se podría proyectar mediante cálculos de especialistas, cuanto se necesitaría para poder pagar este financiamiento y que se reintegraría de una sola vez con ese fondo de ahorro sistemático al completar los 20 o 25 años de trabajo.
8. Si faltase dinero, a esas alturas el profesional ya debiera tener los ingresos suficientes y la solvencia necesaria como para adquirir un crédito que realmente pueda pagar. (Este es un supuesto que probablemente se puede debatir mucho, pero es una idea central que debiera ser afinada). Aquí podría caber el concepto también de “Garantía Estatal”, principalmente atendiendo al hecho que si la persona durante 20 o 25 años no generase los fondos necesarios para pagar su compromiso, podría ser aceptable entonces el subsidio estatal a un objetivo no logrado pues nadie es dueño de su futuro y su destino. Debiera operar también una especie de seguro estatal que cubriese riesgos como la mortalidad o accidentabilidad
9. Si sobrase dinero puede tener muchos destinos y que el profesional puede decidir qué hacer con ese dinero.
10. El pago adelantado de este financiamiento podría tener incentivos tributarios similares a los del APV.
11. Los desertores de la Educación Superior mantendrían la misma modalidad sin que necesariamente eso los convierta en más pobres ni quedan endeudados con los bancos.
Este sistema que estoy proponiendo es altamente solidario. Involucra no solo a los más desposeídos sino también a la clase media que actualmente se encuentra tremendamente agobiada pues en la práctica no siempre tiene los accesos a los financiamientos actuales para la educación superior.

Con un sistema de este tipo incluso es probable que podamos generar la sensación que efectivamente la educación es gratuita y realmente para todos, aunque está claro que esto no pasa de ser un deseo imposible de concretar.

El fondo de inversión de las AFP excede muchas veces a todo lo que se necesita para el financiamiento de la Educación Superior y es el único que tiene aparte del Estado, las holguras necesarias como para asumir este desafío.

Ni siquiera merece análisis respecto de las ventajas que tendría para las Universidades que actualmente se encuentras ahogadas por los créditos, morosidades y retrasos en los pagos de sus docentes. Podrían recibir de una vez la totalidad de los aranceles que debieran ser referenciados por alguna entidad estatal y así proyectarse a futuro en lo que realmente les compete; la academia y la investigación.

Don Mario, creo que ya tiene claro que cuando me pongo a hablar de Educación, tengo mucho que decir y en este caso creo que me he extendido demasiado. Por eso y mientras estaba redactando este correo, estaba pensando que sería altamente interesante poder conversar personalmente con Ud.

Me gustaría mucho poder invitarlo a nuestra sede para que nos visite y poder compartir con nuestros estudiantes de Pedagogía que siempre necesitan de figuras inspiradoras dentro de su proceso de formación.

Si Ud. piensa que lo que he expuesto vale la pena seguir profundizándolo, le agradecería me lo hiciese saber. A veces la falta de diálogo e intercambio de ideas lo dejan a uno falsamente convencido que se tiene la razón.

En lo que se refiere a la Potencialidad Pedagógica, prefiero dejarlo para otra oportunidad y así no mezclar dos temas un tanto diferentes.

Agradecido de antemano de su atención y esperando no estar abusando de su tiempo, le saluda muy cordialmente


Héctor G. Olivares Diaz

jueves, 5 de mayo de 2011

Reflexiones respecto de la muerte de Osama Bin Laden

La historia del hombre está plagada de verdaderos holocaustos desatados por la intolerancia no solo religiosa, también el mundo ha sido testigo de la intolerancia racial, política, social, etc. Es parte de nuestra naturaleza el preferir autodestruirnos y no construir un mundo diferente más armonioso.

Las épocas de nuestra historia universal nos han mostrado diferentes intentos, experimentos y ensayos de utopías sociales, religiosas y políticas que casi siempre terminan en estruendosos fracasos y también en genocidios o en un olvido vergonzoso por querer manejar o doblegar el espíritu humano.

Lo peor de todo es que hoy día en nuestro mundo globalizado todos somos espectadores y partícipes de esto y además salimos a celebrar lo que no se debe celebrar. En el medio oriente celebraron hace 10 años la caída de las torres gemelas y Osama Bin Laden fue prácticamente un héroe que había desafiado al Imperio Norteamericano. Hoy día en Washington y Nueva York fuimos testigos y espectadores de la celebración de la muerte de su enemigo.

No tengo claro cual es el mundo que estamos legando a nuestros hijos. Me resulta muy inquietante que instituciones como la Iglesia no cesen de pedir perdón por abusos que alcanzo a inferir siempre se cometieron pero que quedaban sepultados en un silencio cómplice de la curia.

Pienso que ya es momento para que instituciones pilares de la sociedad occidental como la Iglesia empiecen seriamente a pensar en un gran cambio paradigmático, más de acuerdo a los tiempos que se nos avecinan en este nuevo siglo. A riesgo de que se provoque un nuevo cisma, la cristiandad desencantada y avergonzada por sus líderes, merece un gesto de este tipo.

Nuestros líderes políticos y gobernantes ya no son libres de actuar por sus convicciones, están esclavizados por una especie de tiranía mediática que no se cansa de medir permanentemente la popularidad y aceptación del ciudadano común. Es como una especie de People Meter político. Eso nos condena a tener que ser dirigidos por los más populares y no los más capaces.

Me inquieta que las carreras políticas de nuestros gobernantes se construyan en base a índices de popularidad y no a la doctrina que profesan. Creo que se corre el riesgo de terminar siendo gobernados por ignorantes e incapaces, sin las competencias, capacidades y habilidades necesarias para enfrentar los desafíos políticos y sociales de nuestra época.

Nuestros dos últimos presidentes han sido elegidos previamente por los medios de comunicación con sus constantes encuestas de popularidad. El efecto inmediato en Estados Unidos para Barack Obama es un instantaneo avance en los indicadores de popularidad. Con ello se termina la duda, Obama ya tiene la aprobación y el piso político para aspirar a un segundo período presidencial a pesar de no haber demostrado aún que lo merece. Tampoco merecía obtener el Premio Nobel de la Paz.

Osama Bin Laden fue un producto de la época que nos ha tocado vivir. El villano universal que todos debemos odiar y temer, igual que el Goldstein de Orwell. A lo mejor no era tan malo como nos lo pintaron, me imagino que por lo menos debe haber amado a sus hijos y su familia. Vivió de acuerdo a sus convicciones y desafió el stablishment mundial. Se confesó autor intelectual de un atentado infame en contra de miles de personas inocentes, por lo tanto no podía esperar seguir viviendo impúnemente. El que a hierro mata, a hierro muere. Aunque haya sido por sus creencias, no podía seguir viviendo.

viernes, 13 de agosto de 2010

Becas de estudio para Pedagogía

No puedo negar que me entusiasma mucho la iniciativa planteada por el Ministerio de Educación. Creo que la medida debe constituir el inicio de una serie de otras que vayan complementando los apropiados incentivos para que estudiantes con mejores niveles de competencias puedan estudiar Educación.

No obstante a la luz de las declaraciones de algunas autoridades, me surgen algunas inquietudes que pienso son necesarias plantear para que estas sean apropiada y responsablemente debatidas.

Anualmente la distribución porcentual de estudiantes que rinden la PSU no varía mucho respecto de aquellos que obtienen puntajes superiores a 600 puntos. Esto puede significar que aquellas carreras universitarias acostumbradas a recibir estudiantes con estos niveles de competencias podrían ver disminuidos sus puntajes de corte y por lo tanto se verán obligadas a aceptar alumnos con un nivel menor de competencias.

A la luz de esta idea creo que va a resultar interesante, si se produce este fenómeno; la reacción de algunas Escuelas universitarias acostumbradas a recibir estudiantes con altos niveles de capacidades y cuando se vean enfrentadas a trabajar con jóvenes menos hábiles para sortear los niveles de dificultades de sus planes de estudio.

Por otro lado, también resulta amenazador al recordar la meta planteada en gobiernos anteriores para aumentar el número de estudiantes con acceso a la educación superior. Impedir el ingreso a carreras como Pedagogía a estudiantes con menos de 500 puntos en la PSU, puede significar que estaríamos renunciando a la inclusión y a la diversidad, provocando un nuevo tipo de discriminación socio cultural y por ende afectar la equidad y el derecho a la igualdad de oportunidades.

Hecho de menos por parte de las Universidades del Consejo de Rectores con aportes estatales y por lo tanto con una mayor responsabilidad social, una mayor preocupación por asumir la responsabilidad de procurar el mejoramiento de la calidad de los aprendizajes no solo de las Pedagogías, sino de todas las áreas del conocimiento. Da la sensación que no existe interés por aumentar la cobertura en Educación Superior sino que sólo interesa atender a los mejores y ojalá con mayores aportes del estado. Hoy día constituye una realidad cierta que en aquellas familias donde uno de sus integrantes logra por primera vez una formación profesional, puede efectivamente lograr mejorar los niveles de vida de su entorno familiar y con esto asegurar el rompimiento del círculo de la pobreza.

Finalmente, también me preocupa lo que ocurrirá con aquellas Universidades como la nuestra que han declarado en su misión precisamente lo contrario a lo que se está planteando en la actualidad. El ser inclusivas las obliga a hacerse cargo de las deficiencias cognitivas de sus estudiantes y que necesariamente son aquellos que obtienen muy bajos puntajes en la PSU. Pero en el actual contexto, quedarán marginadas de los incentivos estatales cuando justamente se están haciendo responsables de lo que el sistema escolar estatal no ha podido solucionar y que es ciertamente la calidad de los aprendizajes de los estudiantes que egresan de los cuartos medios.

Las declaraciones de las autoridades y abundantes personajes públicos que han opinado al respecto, niegan implícitamente la posibilidad a aquellos jóvenes de bajos puntajes la posibilidad de estudiar una profesión. Y eso me molesta, dado que podríamos una vez más como país estar transitando en la dirección equivocada.

Este nuevo tipo de discriminación puede llegar a generar la imposibilidad de que esforzados estudiantes y sus respectivas familias puedan ver truncados sus sueños de lograr la formación del primer profesional de sus núcleos.

Como parte integrante de la Universidad del Mar y dado el contexto de Acreditación Institucional, entiendo que podemos encontrarnos en una situación un tanto compleja como para salir a un debate público. Pero he querido compartir con la comunidad estas ideas como una parte importante del debate interno que siempre es importante mantener entre nosotros.

viernes, 6 de agosto de 2010

El día a día en las salas de clases más difíciles de Chile

Esta noticia que aparece el día de hoy en La Tercera nos deja prácticamente mudos.

Y no es que los que trabajamos en Educación estemos ajenos a esta realidad. Lo complejo es el hecho que después de 30 años de experiencia en aula, me queda la sensación que no se ha avanzado en nada.

Deberán disculpar por lo tanto mi falta de optimismo, probablemente hay una mezcla de sensaciones encontradas, pero lo transcribo como una forma más de dejar testimonio a una realidad que conozco y se viene repitiendo desde que empecé a ejercer la docencia.

¿Es que todos los esfuerzos realizados no han servido de nada?

http://diario.latercera.com/2010/08/01/01/contenido/pais/31-34125-9-el-dia-a-dia-en-las-salas-de-clases-mas-dificiles-de-chile.shtml

Alumnos de segundo medio que deletrean palabras; otros que van al colegio a dormir, porque no tienen dónde hacerlo; profesores que, después de ocho horas de clases, corren a completar su sueldo en un liceo vespertino. Esa es la realidad de un establecimiento vulnerable relatada en primera persona por quien estuvo al frente de una clase
por Katerinne Pavez.

MARTES de fines de mayo, sala del segundo medio C. "Un dí-a Di-os-est-aba re-par-tiendo, repartiendo, vi-da a los a-ni-ma-les". Uno de mis alumnos, L., intentaba leer un pequeño cuento acerca de cómo el gato logró tener siete vidas robándoselas a Dios.

El ejercicio era medir su velocidad lectora para tener un diagnóstico y luego aplicar estrategias. Tomando en cuenta que en octavo un alumno debiera leer 180 palabras por minuto, establecimos que lo esperable para segundo medio serían 200 palabras. Sin embargo, de 30 alumnos evaluados en cada curso, sólo dos o tres llegaban a esa cifra. La mayoría se ubicaba entre 150 y 180 palabras y en todas las salas había, sin excepción, alguien que leía menos de 100. En este caso, L. no llegaba a las 80. Otro dato desalentador: de los más de 150 estudiantes que pasaron por la lectura, sólo uno me pidió terminar el cuento para saber su desenlace.

En ese momento, me di cuenta que la brecha que separa a los estudiantes vulnerables con los de colegios privados es más profunda de lo que se cree. Una persona que no puede leer fluidamente es casi un analfabeto funcional. Fue una revelación: mientras yo hablaba en mis clases de factores de la comunicación, los alumnos todavía juntaban letras.

Había llegado a hacer clases a un liceo técnico del sur de Santiago convencida de que, con el aporte de miles de profesionales, como el mío, mejoraría, en parte, la educación.

Fueron los cuatro meses más intensos de mi vida. En ellos aprendí que en colegios de 200 puntos del Simce como éste, todo se confabula para que nada funcione: alumnos muy vulnerados, que sólo van al colegio a comer o porque es un lugar más seguro que la esquina; un sistema que sólo busca retener a los esquivos y desganados escolares a punta de aprobarlos, pese a que no aprendieron nada; profesores que, después de ocho horas gritando frente a un curso, cruzan la ciudad para hacer clases en un colegio vespertino y poder hacerse un sueldo de 800 mil pesos al mes.

Es la tremenda lejanía entre lo ideal y la realidad de las escuelas de escasos recursos y malos resultados.

En el liceo estudian cerca de 600 alumnos. Junto a otros de la comuna, dan educación a casi la totalidad de los jóvenes del sector. La cobertura universal que logró la enseñanza media es, de hecho, uno de los motivos de orgullo del país en educación.

Sin embargo, en el liceo, de los 45 matriculados por curso, en los buenos días no más de 35 llegan a clases. Cuando hace frío o llueve, lo hacen entre 10 y 15. En una ocasión, en un tercero medio, había seis alumnos. El resto estaba en una fiesta en la casa de uno de ellos. Y los que llegaron al colegio no fueron para no perder clases, sino porque les caía mal el organizador de la fiesta.

Al preguntarles por qué faltan, la mayoría confiesa que no le interesa estudiar. El colegio para ellos es el lugar de reunión con los amigos, donde comer o dormir seguros. N., uno de mis alumnos de segundo medio, se había ido de la casa y aprovechaba el poco calor de las salas para reponerse. Para otro, era el lugar donde recuperar el sueño perdido la noche anterior, supuestamente vendiendo droga. Otra alumna, de 15 años, era agredida en su hogar por su pareja, un adulto condenado por homicidio. Para ella, el colegio era su refugio. Para todos ellos, la meta era pasar un día más sin correr peligro. Las notas les daban lo mismo.

Con ese panorama, el verdadero desafío de los profesores es mantener a los alumnos en la sala de clases o que estuvieran callados y despiertos. De 90 minutos, se pierden 15 tratando de hacerlos entrar a la sala, otros 15 para que se sienten, callen y saquen sus cuadernos, y los últimos 15 intentando volver a sentarlos. Porque, al menor descuido, guardan sus cuadernos, se ponen la mochila y se paran en la puerta.

Uno de mis cursos más desordenados era el segundo C. Diez minutos antes del recreo, ponían un ringtone que imitaba el sonido del timbre. Más de una vez caí. Con ellos se hacía difícil tener paciencia.

Otro de mis cursos desordenados, pero cariñosos, era el segundo E. Para motivarlos, inventé que cada ejercicio tendría de premio una carita feliz, como las que se utilizan en kínder. Fue un éxito. En dos semanas, cada vez que había un ejercicio, hasta los más "choros" preguntaban: "¿Es con carita feliz?". Así, logré que, de los 90 minutos de clases, se aprovecharan, al menos, 50.

Inicios de abril. Los alumnos deben leer Nada menos que todo un hombre. A la prueba no van más de 30 alumnos. Todos obtienen un rojo. Nadie se dio el trabajo de leer el libro. La recomendación de la Unidad Técnica Pedagógica: no se puede poner la nota al libro. El segundo libro del año: Subterra. De los 29 alumnos que rindieron la prueba, 14 obtuvieron un rojo. Entendí por qué los colegas no hacían ya pruebas de libros, sino que sólo trabajos en clases. La nota entonces fue promediada con un ejercicio en clases.

La práctica de promediar las notas malas con trabajos en clases es habitual entre los docentes, como una forma de evitar la repitencia y que los alumnos deserten. Sólo así se explica, en parte, por qué varios llegan a segundo medio apenas leyendo.

Las consecuencias se extienden a los otros ramos: mi colega de matemáticas, quien también hacía clases bajo el programa que me reclutó, tuvo que repasar primero las sumas y restas antes de enseñar de nuevo las tablas de multiplicar. A alumnos que están a sólo dos años de terminar su educación formal.

La realidad de los docentes

Ya lo decía el informe Mc Kinsey, que analizó el secreto de los mejores sistemas educativos del mundo: los profesores son la clave. Pero cuando un profesor nuevo gana entre 300 mil y 400 mil pesos al mes, el incentivo es claramente insuficiente.

Por los bajos sueldos, la mitad de los docentes del liceo trabajan en otro lugar después de las ocho horas.

Mientras los estudios internacionales hablan de que es vital que los docentes dediquen, al menos, el 30% de la jornada a horas no de aula, para planificar las clases, varios de mis colegas no asomaban antes de la medianoche a sus casas, después de haber salido de ellas de madrugada.

Un colega llegó a trabajar 70 horas a la semana. Otro, después de la jornada de ocho horas, corría a la escuela nocturna, de donde salía a las 11 de la noche. Con ese nivel de trabajo, pocos tienen ganas de usar sus fines de semana para pensar estrategias que mejoren sus clases.

Muchas veces me vi tentada a no preparar clases, porque en la Unidad Técnica se entregaba una planificación semanal que nadie chequeaba si se aplicaba en la sala. No había personal para eso. La Unidad Técnica, en realidad, es una sola persona.


Cuando las expectativas sobre los alumnos pueden marcar la diferencia

"¿Qué te crees, que estás hablando con alguien de tu población?". Fue la respuesta de un inspector ante un alumno que le había contestado mal. Si un profesor demora 15 minutos en lograr que los alumnos entren a la sala y se callen, no evita que, mientras escribe en el pizarrón, le lluevan los papeles o los alumnos le griten groserías, en una actitud de desafío permanente.

La disciplina es un bien escaso y muchas veces la respuesta espontánea de los docentes es gritar.

Según un estudio nacional, la baja expectativa de un profesor de sus estudiantes puede hacerlos disminuir el Simce hasta 22 puntos.

Cuando los estudiantes se exponen a situaciones adversas constantes establecen ciertas creencias -por ejemplo, que son desordenados o malos para las matemáticas-, que son internalizadas como verdades absolutas. Luego, en su cerebro, se "fijan" esas emociones.

Pero en mis cuatro meses de docencia aprendí también que, a veces, basta con mejorar las esperanzas puestas en los alumnos para que todo empiece a cambiar.

Fui profesora jefa del segundo medio B, con el que las últimas clases fueron excepcionales. Logré que casi todos trabajaran a conciencia. Una vez, mientras explicaba un ejercicio, paré la clase para decir "¿Se dan cuenta de que están todos, menos uno, en silencio y trabajando?". Ese uno, al sentirse aludido, corrió, avergonzado, a su puesto.

Había logrado transmitirles que estaba segura de que podían hacer las cosas. ¿Cómo? Pegando carteles en la sala, hablando cada vez que podía de lo difícil que era superarse y contándoles que yo también estudié en un liceo municipal y mi meta era estudiar en la universidad y lo había logrado. Cuando me despedí de ellos, una de mis alumnas me escribió en una cartulina. "Estoy segura de que llegaremos a la meta, porque usted nos enseñó que todo es posible".

viernes, 23 de julio de 2010

"Este país debe buscar la manera chilena de mejorar la educación"

Nuevamente deseo comentar una noticia publicada en el diario La Tercera donde difunden una entrevista hecha a un experto finlandés.

http://www.latercera.com/contenido/679_277108_9.shtml

En este caso voy a reproducir integramente la entrevista pero intercalando algunos comentarios (en mayúsculas) respecto de lo que pienso en el contexto chileno.

Jukka Alava, experto en liderazgo educativo de Finlandia, explica qué aspectos del sistema más exitoso de Europa podrían ser considerados en Chile.

En 2003 y2006, Finlandia obtuvo el primer lugar en la prueba Pisa. Gran parte de su éxito se debe a sus profesores: sólo entre el 10% y 15% de los candidatos a Pedagogía son aceptados para ejercer de docentes, una meta que ahora ha asumido Chile. La razón: la profesión docente es altamente valorada. Jukka Alava, director del Instituto de Liderazgo Educacional de la U. de Jyväskylä y quien el martes estuvo en Icare, cuenta cómo lo hicieron.

-¿Cómo lograron que la docencia sea tan valorada?
-Antes de la Segunda Guerra Mundial, el país era pobre y agrario y tuvimos que pagar compensaciones a nuestros vecinos. Para eso, se necesitaban fábricas y trabajadores. Creamos escuelas técnicas. También nacieron muchos niños y necesitamos escuelas y profesores. Entonces, desarrollamos la educación general. Luego, el Presidente Kekkonen expandió la educación al sector rural y construyó nuevas universidades y politécnicos. A través de la educación, somos un país distinto.

SOBRE ESTA BASE ES QUE SE PUEDE AFIRMAR LO DIFÍCIL QUE RESULTA IMPORTAR EXPERIENCIAS EXTRANJERAS EXITOSAS. EL CONTEXTO EN QUE SE DIO EL PROCESO FINLANDES ES MUY DIFERENTE, CHILE No HA PASADO POR LA EXPERIENCIA TRAUMÁTICA Y DRAMÁTICA DE UNA GUERRA EN EL SIGLO XX, Y POR LO TANTO HAY QUE SER CUIDADOSO. NO OBSTANTE ME GUSTA MUCHO LA AFIRMACIÓN QUE SE REFIERE AL HECHO QUE A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN LOGRARON SER UN PAÍS DISTINTO.

-¿Qué debería hacer Chile si quiere seguir la vía de Finlandia, como lo planteó Lavín?
-Un sistema no puede ser importado. Lo tienen que hacer a la chilena: con la cultura e historia locales. Pero, desde la perspectiva finlandesa, hay elementos que pueden ser analizados: todos los profesores tienen master y sueldos razonables; y todo estudiante cuenta. No importa a qué escuela vaya, siempre tendrá éxito. Y confiamos en los docentes, creemos que pueden hacer su trabajo.

NUNCA HE ESCUCHADO AL COLEGIO DE PROFESORES SOLICITAR PROGRAMAS DE POSTGRADOS PARA LOS DOCENTES. ESTA SERÍA UNA VÍA RAZONABLE PARA PODER MEJORAR LAS EXPECTATIVAS ECONÓMICAS Y RECONOCIMIENTO SOCIAL QUE ANHELA EL MAGISTERIO. TAMPOCO OBSERVO EN NUESTRO SISTEMA ESCOLAR Y EN LAS PRACTICAS PEDAGÓGICAS EL CAMBIO PARADIGMATICO QUE SE NECESITA PARA QUE A TODOS NUESTROS ESTUDIANTES SEAN EXITOSOS. SEGUIMOS ANCLADOS A LA TRADICION QUE NOS HABLA DE ESTUDIANTES DE BUENA Y MALA CALIDAD (PALABRAS DE UN EX MINISTRO DE EDUCACION DON SERGIO BITAR).

SE DESCONOCE OLÍMPICAMENTE LOS AVANCES QUE HAN HABIDO EN EDUCACIÓN Y QUE CONSTITUYEN CAMBIOS PARADIGMÁTICOS DE GRAN TRASCENDENCIA, PUES HOY DÍA SE RECONOCE LA CAPACIDAD DE TODAS LAS PERSONAS PARA APRENDER, ABANDONANDO LA DICTADURA DEL COEFICIENTE INTELECTUAL QUE CONDENABA A TODOS A SER ESTÚPIDOS O BRILLANTES PARA TODA LA VIDA.

-¿No los evalúan?
-Los directores no están para controlar a los docentes, sino para ayudar a su desarrollo. Nuestro sistema es distinto al de EE.UU., donde en cada grado hay test nacionales. Creemos que ellos están equivocados, porque los estudiantes sólo aprenden para el test. Nuestros profesores evalúan individualmente a los alumnos. Pero nuestro sistema se basa en la confianza y eso se aprende.

ESTO ME PARECE NOVEDOSO, PERO EN NUESTRO PAIS LOS DIRECTORES TIENEN UNA ESCASA O NULA CAPACIDAD DE GESTION PORQUE LAS DECISIONES SE ENCUENTRAN CENTRALIZADAS EN LAS CORPORACIONES MUNICIPALES O EN LOS SOSTENEDORES. Y QUE YO SEPA EN NUESTRO SISTEMA ESCOLAR NO SE EVALÚA INDIVIDUALMENTE A LOS ESTUDIANTES A PESAR QUE DECLARAMOS TENER UNA ENSEÑANZA PERSONALIZADA. UN SISTEMA ESCOLAR BASADO EN LA CONFIANZA SERÍA UNA MUY DURA Y LARGA EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE PARA NUESTRA EDUCACION. EN ESTE ULTIMO PUNTO TENEMOS UNA MOCHILA SOCIOCULTURAL MUY FUERTE DE DIFÍCIL ERRADICACIÓN. SOLO PARA MUESTRA REVISEMOS EL ÚLTIMO PROGRAMA DEL "INFORME ESPECIAL" DE TVN Y PODREMOS DIMENSIONAR LO QUE SIGNIFICARÍA ESTO. NUESTRA SOCIEDAD CARECE DE VALORES CÍVICOS PROFUNDOS QUE PERMITA INSTRUMENTALIZAR SISTEMAS BASADOS EN LA CONFIANZA.

-En Chile, gran parte del debate está basado en los resultados de los test. Incluso, se aumentará su frecuencia. ¿Qué opina?
-Eso no me hace feliz. Es muy fácil para los administradores dejarse tentar por pruebas, pero no es la vía.

CREO ENTENDER LO QUE NOS ESTÁ DICIENDO. LAS PRUEBAS SÓLO SIRVEN PARA DIAGNOSTICAR LO MAL QUE ESTAMOS, PERO NO APORTAN SOLUCIONES PRAGMÁTICAS NI REALES PARA MEJORAR LOS INDICADORES DE LOS MALOS RESULTADOS EN EDUCACION. LLEVAMOS MAS DE UNA DÉCADA MIDIÉNDONOS SIN QUE EXISTA UNA REAL POLÍTICA DE ESTADO ORIENTADA AL MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN, SOLO INICIATIVAS INDIVIDUALES QUE NO SUMAN Y ADEMÁS CONFUNDEN. VUELVO A REFERIRME A UN ARTÍCULO DE JOSÉ JOAQUIN BRUNNER DONDE TRATA ESTE TEMA Y FRENTE AL CUAL ESTOY MUY DE ACUERDO.

-¿Y qué opina respecto de la posibilidad de despedir a los docentes por su evaluación?
-En Finlandia, no es la razón para despedir a alguien. Si un profesor maltrata a un niño, es despedido, pero si el profesor no lo hace bien, la atención se vuelca al director.

¡PERO QUE BUENA RESPUESTA! EN CHILE NO SE ES CONSCIENTE DE LA TRASCENDENCIA DE LA FIGURA DEL DIRECTOR. CUANDO UN PROFESOR NO LO ESTÁ HACIENDO BIEN, NECESARIAMENTE LA RESPONSABILIDAD DEBE RECAER EN LA FALTA DE LIDERAZGO PEDAGÓGICO QUE TIENE QUE TENER LA FIGURA DEL DIRECTOR. UN BUEN DIRECTOR DE UN ESTABLECIMIENTO ESCOLAR NO SOLO DEBE SER UN BUEN ADMINISTRADOR O BURÓCRATA, TAMBIÉN DEBE SER CAPAZ DE EJERCER UN LIDERAZGO REAL EN LO PEDAGÓGICO Y QUE SOLO SE DEMUESTRA EN LOS RESULTADOS DEL ESTABLECIMIENTO QUE DIRIGE.

NO OBSTANTE, EL DIRECTOR TAMBIÉN DEBERÁ TENER LAS FACULTADES NECESARIAS PARA PRESCINDIR DE AQUELLOS DOCENTES QUE NO ESTÉN DANDO RESULTADOS Y AQUÍ TOPAMOS CON EL ESTATUTO DOCENTE QUE EN LA PRÁCTICA SE CONSTITUYE EN UN OBSTÁCULO ESTRATÉGICO PARA LA BUENA GESTIÓN DE UN ESTABLECIMIENTO ESCOLAR.

EL DIRECTOR DEBE TENER TAMBIÉN ALGUNAS HABILIDADES INTERPERSONALES QUE LO LLEVE A EJERCER UN LIDERAZGO EFECTIVO ENTRE SUS PARES. EL MANEJO DE LAS ACTITUDES Y EMOCIONES FACILITARÁN SU TRABAJO Y LO VALIDARÁN ANTE EL RESTO DE LOS DOCENTES, MEJORANDO LA COMUNICACIÓN Y EL COMPROMISO DE LOS PROFESORES.

UN BUEN DIRECTOR DEBE SER UN FUNCIONARIO EJEMPLAR, QUE DEMUESTRE PERMANENTEMENTE SU COMPROMISO CON EL TRABAJO BIEN HECHO Y SEA CAPAZ POR LO TANTO DE TRANSMITIR LA MOTIVACIÓN NECESARIA AL RESTO DE SUS COLEGAS.

POR ESO CONSIDERO QUE ESTA ES UNA MUY BUENA RESPUESTA, DADO QUE EN EL FONDO LE ENTREGA LA RESPONSABILIDAD DE LOS PROCESOS PRECISAMENTE A QUIEN DEBE TENERLA.

-¿Qué rol les cabe a las universidades?
-Los docentes son creadores del futuro y las universidades sus constructores.

AQUEL QUE NO LOGRE ENTENDER LA TRASCENDENCIA DE ESTA RESPUESTA, LE RECOMIENDO QUE LEA A EDGARD MORIN. EN LOS "SIETE SABERES DE LA EDUCACIÓN DEL FUTURO" NOS MUESTRA CON UN LENGUAJE MUY CERCANO A TODOS, LO QUE SIGNIFICA SER "CREADORES DEL FUTURO". LOS DOCENTES NECESITAN PRIMERO QUE NADA CREER EN LO QUE ESTÁN HACIENDO, LA TRASCENDENCIA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL DE ESTA PROFESIÓN NO SIEMPRE ES BIEN ENTENDIDA.

SIN EMBARGO, HE ESCUCHADO CON MUCHA PREOCUPACIÓN A ALGUNOS OPINÓLOGOS POCO INFORMADOS SOLICITANDO A LAS UNIVERSIDADES DISMINUIR LA CANTIDAD DE ASIGNATURAS DE FORMACIÓN PEDAGÓGICA Y FORTALECER LAS DE LAS ESPECIALIDADES.

DESPUES DE LEER A MORIN, NADIE PODRÍA SEGUIR SOLICITANDO TAMAÑA ESTUPIDEZ.

-¿Qué tan importante es un director para la calidad del sistema?
-Su nuevo rol es cambiar de la administración al liderazgo. Debe desarrollar al profesor y al colegio, cimentar la cultura de la escuela y su visión a largo plazo. Son claves en su comunidad. Esa es una de las razones por las cuales hemos desarrollado programas de formación de directores, incluso, doctorados. No aspiran a ser académicos, sino quieren ser los agentes desarrolladores del país. Y lo hacen desde su escuela.

¿CUÁNTOS DIRECTORES EN NUESTRO PAÍS PODRÍAN EXHIBIR ESTE NIVEL DE PREPARACIÓN ACADÉMICA? PERSONALMENTE HE TENIDO MUCHA VERGÜENZA AJENA AL SER ATENDIDO POR DIRECTORES DE MUY BAJO NIVEL CULTURAL. EN IQUIQUE UNA VEZ UNA DIRECTORA ME ATENDIÓ EN ZAPATILLAS DE DESCANSO, Y CON MUCHO DESPARPAJO INDICÓ QUE DESPUÉS DE ATENDER LOS ASUNTOS MÁS URGENTES IRÍA A SU CASA A DUCHARSE.

Y PARA QUIEN NO ME CREE LO QUE ESTOY DICIENDO, SÓLO BASTA QUE INVESTIGUE QUIEN ESTABA A LA CABEZA DEL LICEO A-11 DE IQUIQUE HASTA HACE SÓLO UNOS DOS O TRES AÑOS ATRAS. HAY MUCHAS HISTORIAS SABROSAS QUE LOS VAN A ESCANDALIZAR.

-¿Y cómo ve a Chile?
-El cambio comienza con el presidente y los ministros. Y me pone contento ver que la educación en Chile está en el tope de la agenda, desde hace varios años. Después, hay que tener buenos programas en las universidades. En 10 a 15 años, Chile puede hacer mucho.

NO ME CABE LA MENOR DUDA QUE ESTE TEMA HA ESTADO PUESTO EN LA AGENDA DE LOS GOBIERNOS DE LA CONCERTACIÓN Y AHORA DE NUESTRO ACTUAL PRESIDENTE. LA PREGUNTA QUE COMO EXTRANJERO NO PUEDE HACER PARA NO PARECER IMPERTINENTE ES:

¿SERÁ CAPAZ EL ACTUAL GOBIERNO DE PLANTEAR UNA POLÍTICA DE ESTADO RESPECTO DE EDUCACIÓN SIN TEMOR A PAGAR LOS COSTOS POLÍTICOS?

...EL GOBIERNO Y EL COLEGIO DE PROFESORES TIENEN LA PALABRA...

viernes, 9 de julio de 2010

El 60% de futuros docentes no llega al nivel mínimo en prueba internacional de matemáticas

El título de este comentario no es mío. Es una noticia publicada en el diario La Tercera hace unos días para lo cual comparto con Uds. el link que los llevará directamente a esta fuente:

http://www.latercera.com/contenido/679_273391_9.shtml

No obstante, las siguientes reflexiones sí que son mías y por lo tanto las comparto para la consideración de todos aquellos que lo deseen.

En primer lugar, considero que la noticia nuevamente está construída de manera injusta y parcial. Queda la sensación para el lector común y corriente, de que el sólo hecho que las Universidades estatales logren un puntaje mayor que las privadas ya quedan instaladas en un segmento de calidad superior. (¿Qué aprenderán los periodistas en las Universidades que siempre muestran tanta incapacidad para ser imparciales?)

Y para ilustrar esta afirmación quisiera considerar algunas ideas como fundamento de esta reflexión:

- Nadie discute el hecho que nuestra educación se encuentra en crisis debido a los malos resultados obtenidos en las pruebas de medición de calidad de los aprendizajes de nuestros estudiantes.

- Nadie discute el hecho que los docentes actualmente en ejercicio tienen una responsabilidad profesional muy importante en estos malos resultados. Sólo el Colegio de Profesores sostiene en solitario una postura divergente y por lo mismo con muy poca influencia en las decisiones en este ámbito.

- Pero pocos se han detenido a pensar que la gran mayoría de los docentes actualmente en ejercicio provienen precisamente de las Universidades Estatales que llevan muchas décadas formando docentes, con muy pocos controles o ninguno respecto de la calidad de sus egresados.

- Las Universidades privadas solo existen después de la reforma del 80 a la Educación Superior, debieron pasar por un proceso muy exigente para lograr la autonomía y ahora la acreditación institucional y de sus carreras. Pero se les exige resultados a la par de las estatales con muchísimos más años de existencia. Esto me parece bien dado que si en 30 años algunas privadas han alcanzado niveles de excelencia comparables con las estatales, solo me queda imaginar y proyectarme en los próximos 30 años.

- Las Universidades estatales no aceptan estudiantes con bajos puntajes de PSU. Tampoco se hacen cargo de las deficiencias en capacidades y competencias básicas que presentan la gran mayoría de los estudiantes egresados de Cuarto Medio.

Los comentarios (apenas 10) de esta noticia son aún más patéticos y sólo develan la ignorancia del ciudadano común.

Acusan a las Universidades privadas de transformar la educación en un comercio. ¿Acaso no se toma en cuenta que tanto las privadas como las estatales cobran aranceles anuales para financiar todas las carreras de pregrado?

Y además de los aranceles que porcentualmente no tienen gran diferencia, las Universidades estatales reciben importante aportes del Estado. En la mayoría de los casos sólo por el mero hecho de serlo. Esto sí que es una gran ventaja y que no se refleja en los resultados obtenidos.

Ni en las privadas ni en las estatales, los estudiantes que ingresan a estudiar pedagogía pueden exhibir altos puntajes en los resultados de la PSU. Quizás la única diferencia que podría ser importante es que en las privadas el que entra a Educación lo hace libremente, y por lo tanto podríamos incluso encontrar un mayor porcentaje de decisiones por vocación y no porque no quedó en otra cosa.

Es en este contexto donde el título de la noticia que se refiera a que el 60% de los futuros docentes no llega al nivel mínimo de conocimientos en matemática, debe ser analizado y dimensionado para poder lograr diseñar mejoras sustantivas a este gran problema.

Pero además es importante adquirir conciencia en el hecho que en Educación nos encontramos en un gran proceso de cambios paradigmáticos que hacen variar radicalmente la mirada frente a los problemas que nos aquejan.

Bajo el prisma de un paradigma tradicional, la solución puede aparecer bastante simple y además lógica. Hay que promover el ingreso a Educación a los estudiantes de más altos puntajes en la PSU dado que esto nos asegura que los jóvenes traen consigo mejores competencias y habilidades básicas para la Educación Superior.

Y esta última idea es bastante sensata, porque así las Universidades pueden dedicarse a formar profesores desde una base superior a la actual y por lo tanto es posible asegurar también que sus futuros desempeños serán mejores.

Me proyecto al hecho que esto no constituirá gran problema para la Universidad Católica, la Universidad de Chile y otras pocas que anualmente concentran los mejores puntajes PSU. Pero estos altos puntajes son escasos, ¿Qué postura adoptarán las Escuelas de Medicina, Derecho e Ingeniería por decir algunas; que verán mermados sus ingresos en favor de las Escuelas de Educación? ¿Bajarán los puntajes de corte en el ingreso de otras carreras? ¿Se está en condiciones de afirmar responsablemente que con incentivos los mayores puntajes preferirán la docencia a la medicina? ¿Y el factor vocación?

¿Cuál va a ser la postura de la Universidad Metropolitanta y la de Playa Ancha que tendrán que disminuir sus ingresos a pregrado porque los puntajes mínimos para postular aumentarán?

Estas ideas me recuerdan algunas iniciativas de la década de los 60, donde todos los estudiantes de 8º año rendían la llamada Prueba Nacional. En pocas palabras, esta prueba definía las aptitudes de los niños dividiendo a la población escolar en dos grandes grupos. Aquellos que tenían aptitudes para la Educación Superior podrían seguir tranquilamente una Enseñanza Media Científico Humanista y el resto a la Enseñanza Técnico Profesional.

Desde la perpectiva de hoy, resulta increíble que alguien pudiese tomar en serio esta práctica y de hecho ya nadie se acuerda de ella.

Después de todo, creo que estoy plenamente de acuerdo con José Joaquín Brunner. Existen tantas iniciativas que declaran aportar al mejoramiento de la calidad en educación, pero practicamente ninguna de ellas forma parte de una verdadera política pública planificada y validada por todos los sectores para influir real y positivamente en el objetivo que se persigue.